Nutrición y saludCuando comer es un problema

Diabetes 2, cardiopatís, problemas óseos, apnea del sueño o determinados tipos de cáncer son algunas de las consecuencias en la salud física derivadas de la obesidad. Son importantes, graves y, en ocasiones, mortales. Con todo, la mayoría de las personas que padecen un trastorno alimenticio se referirán al malestar psicológico como el peor de sus problemas.

Se levantan pensando en comer y cuando comen la satisfacción es efímera. En seguida aparece la culpa. Y la vergüenza. Hay momentos de ansiedad, momentos de tristeza y mucha frustración. Y todo en soledad.

Mientras tanto, en el exterior, la sociedad no ayuda. La presencia física tiene una importancia excesiva, a menudo una persona obesa es descartada en un proceso de selección por su peso y los kilos de más son objeto de crítica constante. Y la industria aprovecha esta situación para ofrecer productos que prometen una rápida pérdida de peso que acaban agravando el problema alimenticio inicial.

Perder suficiente grasa no es fácil y nunca es rápido. Pero es posible. Y, sobre todo, lo que es posible y mucho más importante, reconducir unos hábitos alimenticios que mejoren la salud física e incrementen el bienestar emocional.

Si comer es un problema, pide ayuda.

“La recompensa de una buena acción es haberla hecho”.   Séneca