Las crisis de la vida cotidiana

La crisis no es territorio exclusivo de la catástrofe. Aparece en nuestras vidas de vez en cuando y no siempre somos capaces de superarla. Se trata de cambios súbitos que amenazan la estabilidad de nuestro futuro.

Una enfermedad grave, un divorcio inesperado, un accidente, ser víctima de un delito o de una injusticia pueden ser situaciones que nos colapsan y a las que no somos capaces de dar una respuesta adecuada debido al impacto emocional que nos han causado.

Los especialistas en emergencias acompañamos a las personas en estos momentos vitales con el objeto de que tomen, de nuevo, control sobre sus vidas.

Intervención en profesionales

Al lado de una persona que sufre a menudo se encuentran profesionales que la acompañan (médicas, policías, trabajadores sociales, bomberos...) para quienes no siempre es fácil gestionar emociones intensas.

Facilitar el diagnóstico de una grave enfermedad, informar a una familia de la muerte del hijo en un accidente de tráfico, rescatar a un niño que grita de dolor de un edificio en llamas son ejemplos de situaciones que afectan al mejor de los profesionales.

Como psicóloga de emergencias puedo estar contigo de dos modos:

  • Con prevención: formación para dar malas noticias, gestión emocional, cuidar al cuidador...
  • Con intervención: burn out, trastorno de estrés postraumático...

“Se dice falsamente que el tiempo lo cura todo:
a menudo, las viejas llagas se hacen más lacerantes
y no mueren más que con la persona”.
   Ilya Ehrenburg